Convenciendo a mi esposa de tener sexo con mi compañero de trabajo

Siempre he querido que mi esposa explorara fuera de nuestro matrimonio. Cuando un compañero de trabajo mostró interés, lo animé. Ahora, ella es una propiedad caliente, amada por todos. Soy solo un afortunado espectador en nuestro grupo swinger.

He estado dolorido al ver a mi esposa compartir su cuerpo con otro hombre.Cuando se presentó la oportunidad, no pude resistirme.La vista de ella siendo tomada por otro hombre, su hermoso cuerpo moviéndose a ritmo con el suyo, fue suficiente para volverme loca.Soy un cornudo, y esta era mi fantasía definitiva.Ver a su placer a otro hombre, sentirlo dentro de ella, fue la máxima excitación.Era un observador pasivo, un voyeur a nuestra propia escapada sexual.A medida que el calor se intensificaba, me encontré incapaz de resistir unirme.La visión de ella, envuelta alrededor de otro hombre, era demasiado para manejar.Tuve que saborearla, sentirla, reclamarla por mí mismo.Fue un encuentro salvaje y apasionado, lleno de lujuria y deseo.El recuerdo de ello será grabado para siempre en mi mente, un testimonio de nuestro aventurero viaje sexual.